La ministra de Educación, Patricia Salas, es cuestionada en el Pleno del Congreso por una serie de cuestiones sobre su gestión, como la presencia de sectores radicales en Sutep o las propuestas de cambios a la Ley de Reforma Magisterial.
El responsable del sector responde a una lista de 31 preguntas. La oposición, liderada por la bancada de Force 2011, no ha descartado censurar a Salas O’Brien, por si sus respuestas no son convincentes.
Entre sus primeros argumentos, Salas afirmó que la reforma docente busca extender la meritocracia a todos los docentes del país, para mejorar la calidad de la enseñanza escolar, y confirmó que su despacho no ha negociado ni negociará con sectores violentos.
Exhortó a las fuerzas políticas y civiles a “derrotar en la arena política” la estrategia de los sectores violentos de infiltrarse en la profesión docente para manipular sus demandas.
Explicó que el desafío para su sector no es solo frenar la huelga, que consideró ilegal e injusta, sino recuperar la confianza de los docentes, evitando infiltrados de Sendero Luminoso que buscan legitimarse como líderes docentes.
“Esta es una situación cuya importancia no se puede ignorar y que exige los acuerdos más amplios de todas las voluntades, de las fuerzas políticas y de la sociedad civil. Se trata de derrotar estas posiciones en la arena política”, agregó.
“Los docentes que no hayan asistido a clases recibirán el descuento respectivo y los que continúen serán procesados de acuerdo con la ley y los gobiernos regionales han asumido ese compromiso”, agregó.