La coordinadora de la mesa de trabajo que estudia la situación del sector educativo, la congresista Flor Pablo Medina, ha publicado en su Twitter las cifras alcanzadas por la mesa de diálogo en la cuarta sesión de hoy: solo en Lima Metropolitana hay más de 49.000 estudiantes que no se conectan a sus clases o que están desconectados del servicio educativo. A nivel nacional, la suerte no es mejor, ya que más de 244.000 alumnos siguen sin matricular, y solo el 38% ha conseguido matricularse en 2021, salvo los que por falta de conexión a la red no han podido conectarse a clases.
Pablo flor Instó, a través de su publicación, al Ministerio de Educación (Minedu) a coordinar con los gobiernos regionales y locales los esfuerzos para garantizar el derecho fundamental a la educación de los estudiantes.
Por su parte, entidades internacionales como UNICEF Perú también ha hablado en redes sociales con el hashtag # Volvamos a la escuela. “600 días de escuelas cerradas. 600 días aprendiendo menos. 600 días sin ver compañeros y profesores. 600 días poniendo en riesgo el futuro de más de 8 millones de estudiantes y de todo un país. Es hora de volver a clases ”, escribió la entidad.
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Complicación con las tabletas prometidas.
El 7 de abril de 2021, poco más de un año después de que comenzara la pandemia y se promulgara la cuarentena a nivel nacional, el Ministerio de Educación No terminó de distribuir la cantidad total de tabletas que prometió: 1.056.430 dispositivos. Solo entregaron el 85% de las tabletas, según información brindada por el propio ministerio poco más de 13 meses después del primer caso de COVID-19 en Perú.
Ante el brote del coronavirus, el exministro Ricardo Cuenca fue designado por el entonces presidente Francisco Sagasti tras la salida de Martín Vizcarra, su gabinete y el congreso.
La información proporcionada por el exministro reflejó la flagrante desigualdad que aún enfrenta el país. Para Cuenca, el acceso a internet en los edificios destinados a la educación discrimina según su geografía, tal y tal difundió el Minedu en su portal web. Así, la posibilidad de conectarse a una conexión en las zonas urbanas es el doble que en las zonas rurales: un asombroso 67,1% frente al 30%.
El exministro también dijo que, de las 890 595 tabletas distribuidas hasta abril de 2021, el 46,8% tiene plan de datos y el 19,2% tiene recarga solar. El pequeño porcentaje de dispositivos con internet móvil hace que la señal que permite a los niños estar en línea no llegue a todas las zonas del país.
Si bien este problema no es exclusivo del Perú, es cierto que el país comparte con otros de América Latina y el Caribe la falta de conectividad con estándares mínimos de calidad, según la investigación “Conectividad rural en América Latina y el Caribe – Un puente hacia desarrollo sostenible en tiempos de pandemia ”, realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo y Microsoft.
Desde octubre de 2020, debido a información brindada por el portal de periodismo independiente El Foco, se detectó que la gestión de las tabletas presentaba irregularidades.
El citado medio reveló que, con el nuevo proceso de licitación, una suerte de llamado a varias empresas para que presenten presupuesto y estimaciones al Minedu, se modificaron varios de los requisitos pasados. Primero, que las empresas seleccionadas no están obligadas a instalar los contenidos de “Aprendo en casa” de fábrica. Esto es particularmente dañino, porque si los dispositivos se reinician, el contenido educativo no se puede recuperar.
La segunda, que Minedu no solicitó a las empresas ganadoras adjuntar una “carta de garantía al inicio del proceso”. Esto, según los informes de la fiscalía presentados por El Foco, presenta un riesgo, ya que no hubo “garantías otorgadas en casa por incumplimiento de contrato”.
Un tercer punto consistió en un permiso deliberado de Minedu para que los proveedores coloquen una calcomanía del ministerio en los dispositivos en lugar de una serigrafía de fábrica. Tal omisión, para la Contraloría, como se menciona en el citado medio, podría desencadenar que las tabletas queden expuestas a caer en el comercio ilegal y luego ser distribuidas.
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Segregación sociocultural en el sistema educativo escolar
La pandemia COVID-19 mostró, además del desabastecimiento del sistema nacional de salud, las distancias socioculturales del sistema educativo escolar. Prueba de ello es la diferencia -ahora más evidente debido a la pandemia- entre la reapertura de instituciones públicas y privadas según demarcación departamental.
La siguiente información fue proporcionada por el Ministerio de Educación en un documento titulado “SS.EE y programas habilitados para brindar el servicio educativo con algún grado de presencia 2021”.
En el departamento de Amazonas, solo 3.601 docentes han sido calificados para la asistencia presencial dirigida a 57.403 estudiantes de nivel primario. Los que quedan por capacitar no son muchos del lado del profesorado (472) frente a los 8.102 estudiantes que siguen discapacitados para programas presenciales o educativos.
En Lima, en cambio, la oferta privada tiene un avance significativo en cuanto a retornabilidad. Se han habilitado 14.495 docentes más que en Amazonas, aunque, en comparación, la oferta de niños de primaria es mucho mayor en la capital del país: hay 266.559 alumnos. La cantidad ofrecida por el profesorado es una indicación que sirve para demostrar la segregación planteada en el subtítulo.
Por cierto, la misma información brindada por Minedu contrasta la citada situación en Lima con la del departamento de Puno: la oferta total es de 108,374 alumnos y solo hay 7,901 docentes calificados de una plantilla total de 8,386, algo más de 480 pendientes aún. . Esto a pesar de que la tasa de analfabetismo en la población de 15 y más años en el departamento de Puno y Amazonas no es menor al 8.0%, en comparación con 2.1% en la capital del país, Lima. según el INEI en 2019.
Esta comparación entre lo público y lo privado se sustenta en el hecho de que el 62,3% de las instituciones públicas se encuentran en áreas rurales, según la Defensoría del Pueblo en 2020. Por otro lado, los privados se ubican en un 98,3% en el casco urbano. Se apoya la correlación entre geografía y calidad.
Todos estos factores y más, condicionan el esperado regreso a clases de los estudiantes peruanos.