Después de seis años de intentos, finalmente, los grupos conservadores podrán intervenir en la elaboración de los libros de texto escolares. Esto luego de la aprobación por el pleno del Congreso del proyecto de ley No. 904-2021, que reduce la función rectora del Ministerio de Educación (minedu) y ordena que el contenido de los materiales educativos sea revisado por ciertas organizaciones de padres, incluidas aquellas que se oponen a la igualdad de género y educación sexual integral. Si esto no se cumple, dice la iniciativa, habrá sanciones, despidos e incluso la supresión de las páginas “observadas” de los libros.
El texto sustitutivo, que el pasado jueves obtuvo 88 votos a favor, 17 en contra y 13 abstenciones, es de autoría de Esdras Medina, de Renovación de la gente, que además es la cara visible del grupo ultraconservador No te metas con mis hijos. Este proyecto, como la contrarreforma universitaria, pasó por la Comisión de Educación sin debate técnico y unió a las bancadas izquierda y derecha (RP, Fuerza Popular, Perú LibreAvanza País, Acción Popular, APP).
Tras su aprobación, entidades como el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), la Defensoría del Pueblo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advierten que se trata de un grave retroceso en la implementación del enfoque de género en las escuelas, que -en términos prácticos- pretende construir relaciones equitativas entre hombres y mujeres, sin violencia ni discriminación. “Limita las facultades del Minedu para elaborar los materiales y la rectoría del MIMP en sus políticas de género”, dice la titular de la Mujer, Diana Miloslavich.
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Además, subraya la Defensoría del Pueblo, ignora el currículo escolar, las políticas multisectoriales a favor de la niñez, los convenios internacionales e incluso la Constitución. También representa un peligro al institucionalizar la práctica del derecho de veto por parte de los padres cuando el rol rector y técnico lo ostenta el Minedu. “Imagínense que los padres de familia definan los contenidos educativos y que se les consulte si se debe enseñar Lengua o Matemáticas. No se les impide hablar directamente con sus hijos. Lo que no pueden hacer es prohibir que un niño aprenda sobre educación sexual integral. Prefieren otorgar el derecho de veto y no se opta por la prevención de problemas históricos como la violencia”, dice la diputada de Niñez y Adolescencia, Matilde Cobeña.
Esta norma que “promueve la calidad de los materiales educativos” propone que los padres de familia participen en el proceso de preparación de las áreas de Personal Social; Desarrollo Personal, Ciudadanía y Educación Cívica; Ciencias Sociales; Descubrimiento del Mundo, y Ciencia y Tecnología no sólo a través de la Apafa, sino también con “asociaciones civiles constituidas e inscritas en Registros Públicos” u otras instancias de representación.
Precisamente, este tipo de organizaciones -con una posición conservadora- fueron las que dieron una opinión “técnica” sobre dicho proyecto en la Comisión de Educación, que preside Medina. Entre ellos se encuentran la Coordinadora Nacional Profamilia, la Coordinadora por la Vida de Arequipa, la asociación Origen-Vanguardia y Cambio Cultural, de Giuliana Caccia, opositora al enfoque de género.
Para la exministra de la Mujer Gloria Montenegro, existen “trampas” en los enunciados de la norma, que permiten el avance de estos grupos en la educación. “¿Qué organizaciones están inscritas institucionalmente en los registros públicos? Tenemos Con mis hijos, no se metan conmigo”.
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los otros planes
Según la norma de Renovación Popular, el Minedu debe “vigilar la calidad” bajo principios como “el respeto a la libertad religiosa oa las convicciones morales de los estudiantes y sus padres”. “La educación no debe ser un medio para promover ningún tipo de ideología social o política”, dice. Esta última es similar a la querella interpuesta por otro grupo ultraconservador contra el planteamiento de igualdad de género en el currículo escolar (2016), que el Poder Judicial declaró improcedente.
Pero también recuerda cuando en 2017 y 2018 el Congreso, de mayoría fujimorista, quiso que el Minedu prepublicara los textos vinculados al género o la historia para que los padres pudieran hacer observaciones.
Ahora esta cifra es una realidad. Y es que la iniciativa aprobada establece que cuando el sector Educación elabore un material, deberá notificarlo a la Comisión de Educación, a la Defensoría del Pueblo y a las organizaciones de padres. Luego, dentro de 10 a 20 días, recibirá comentarios de asociaciones o incluso materiales alternativos. Después de eso, debes dar el resultado de tu análisis y las organizaciones verán si están satisfechas.
Sin embargo, advierte, si un funcionario aprueba o publica un libro de texto sin la participación de los padres, será sancionado o suspendido sin goce de sueldo hasta por tres años e incluso despedido.
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Los padres, además, podrán impugnar los textos cuyo contenido “vulnere los principios” o en los que no hayan participado. Al día siguiente, los colegios deberán retirar el contenido de las páginas “miradas” de los libros y quedará prohibido su uso en otras ediciones.
Para la antropóloga Angélica Motta, quien lideró un estudio sobre educación sexual en las escuelas (2017), la intervención de los padres en temas controvertidos para la sociedad peruana es utilizada por los grupos políticos con el fin de posicionar una agenda conservadora. “Los padres deben reflexionar sobre si son capaces de ver contenidos para los que no están capacitados técnicamente. No les quita que estén involucrados, sino a través de las instancias correspondientes”.
La también coordinadora de la Maestría en Género de San Marcos dice que lo que se demanda en las escuelas es más formación de los docentes.
La Defensoría del Pueblo instó al Ejecutivo a observar la norma. El Minedu dijo que esto último será evaluado y que se debe mantener la igualdad de género. Reconoció tener el protagonismo. El MIMP solicitó al Congreso que reconsidere la decisión.
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reacciones
Angélica Motta, investigadora de género
“Estas agrupaciones políticas incorporan a padres que no necesariamente tienen formación en estos planteamientos y ponen la educación en manos de quienes repiten los estereotipos que debemos cambiar”.
Matilde Cobeña, Defensora del Pueblo
“Nadie niega a los padres que eduquen a sus hijos, pero no pueden eliminar los contenidos educativos y el protagonismo del Minedu. Lo primero que hará esta normativa es impedir la implementación de la educación sexual integral”.
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llaves
Cifras. Entre enero y abril de 2022 se registraron 6.355 nacimientos en los que la gestante tenía entre 12 y 17 años.
Proceso. La exministra Marilú Martens dice que para desarrollar materiales ya hay un proceso consultivo, donde se reciben sugerencias de los padres.
puntos controvertidos
El Proyecto N° 904-2021, presentado en diciembre por Esdras Medina, indica que si un funcionario del sector Educación no consulta a los padres de familia sobre el contenido de un libro de texto escolar, puede ser sancionado sin pago o incluso despedido.
